Innovándome

Sólo quería un poco de buena música, hablar con alguien hasta que se pasaran las horas y fuera de día, pero estaba sola y no sabía a quién acudir para encontrar respuestas. Mirar por la ventana al cielo a veces me servía de consuelo; pero muchas veces también terminaba pensando siempre en las cosas que no quería; porque con noches brillantes y viento cálido, sólo se me ocurren historias de amor. Esas que sólo yo empiezo y nunca acabo dentro de mi cabeza, esas que imagino y que pueden hacerme aún más daño que los propios hombres que alguna vez me dejaron. Pero no puedo evitar sentir amor y desearlo, a veces lo encuentro en otras cosas; en la naturaleza, los árboles y atardeceres; en el movimiento de las aguas de un río o en el sonido de las olas del mar. Pero creo no haberlo sentido por “alguien”, la verdad nunca he estado enamorada y a mi edad un tanto avanzada para la sociedad para encontrar el amor, sigo teniendo esperanzas, las mismas que tenía antes y que cada día me llevan a seguir siempre en lo mismo.

Ya no sé de dónde más buscar oportunidades, hay días en que despierto con energía , con ganas de hacer cosas y las hago; pero son un placer momentáneo que se desvanece al otro día cuando despierto y quiero quedarme en mi cama en silencio, pensando las veces en que me gustaría que alguien me llamara para ir a tomar un café aunque sea a la vuelta de mi casa. No he sido totalmente un fracaso, la verdad me ha ido bien en el trabajo. De hecho hace cinco meses me ascendieron, pero a mí más me gustaría salirme del trabajo y viajar a un pueblo pequeño en el que pudiera comenzar a conocerme. Muchas veces me pregunto ¿ qué hago aquí?, cuando en realidad quiero estar allá, cuando quiero conocer más de mí. No sé si a alguien más le pasa. ¿ A ti te pasa?

Paris, France (2017)